El Misticismo y La Literatura

Picture 2Los seres que llamamos «místicos» siempre se han caracterizado por su inteligencia e ingenio, y la avidez en recorrer por los prolíficos campos del conocimiento universal, es por ello que en esta oportunidad les presento  una serie de datos  y reflexiones sobre uno de los movimientos literarios más interesantes que conozco.

Comencemos esta corta travesía recordando la célebre anécdota de una reconocida mística del pasado: Santa Teresa de Jesús, cuando alguien le preguntó porqué se había cortado la cabellera; ella respondió: “Porque prefiero llenarla de conocimientos que resultan ser un más apetecible adorno.”

CONCEPTO:
El misticismo es la doctrina filosófica y religiosa según la cual la perfección en una especie consiste en la contemplación extática, que une el alma con Dios de forma misteriosa.

El místico es el que se dedica por entero a Dios y cree en la unión de su alma con El por medio del amor.

Esta doctrina se caracteriza por:
•    Afección nerviosa caracterizada por la sensibilidad y la exaltación mental.
•    El éxtasis profundo del ser que se siente transportado fuera de sí.

El misticismo literario fue un movimiento propio del siglo XV y en España coincide con el período de influencia italiana, donde tras el apogeo político hubo un florecimiento intelectual tan profundo en esta centuria que mereció el nombre del: Siglo de Oro.

En los versos predominaba el endecasílabo, solo o combinado con el heptasílabo  que se convirtió en uno de los metros clásicos de la poesía castellana.

El misticismo se desarrolló paralelo a otros movimientos de gran repercusión como el conceptismo y el culteranismo.

Entre los más valiosos exponentes de este movimiento se encuentran: San Juan de la Cruz, quien fue una de sus grandes figuras al ser un excelso poeta que supo expresar como ningún otro el éxtasis del amor divino, aunque la verdadera inspiración mística comienza con Jorge Manrique y luego con Fray Luis de León. En la modernidad las figuras más destacadas son: Amado Nervo y Antonio Machado.

LA CIENCIA MÍSTICA:
Según San Pablo: “Vivimos en Dios, en Dios nos movemos y en Dios somos.” Por ésta condición el hombre debe reflexionar sobre sí mismo y su espiritualidad, pues como se explica es el fin esencial del hombre, su término y su espacio.

“La mística aunque ciencia del amor, es ciencia y por consiguiente ejercicio especulativo de la mente, sin lo cual se convertiría en iluminismo fanático.” Dice Menéndez y Pelayo.

En efecto la mística busca con ansiedad la conjunción de lo humano y lo divino, la más bella y perfecta unión, la de los frutos reformados. Más que un simple movimiento es un «estado del alma».

En primer lugar la ciencia mística es la experiencia de la naturaleza sobrenaturalizada y sentida por el hombre que entabla la amistad con Dios, con ella se destruye radicalmente el naturalismo materialista que impide al hombre levantar los ojos a lo alto sujetándose en lo terreno, fijo y limitado. Se requiere cierto grado de cristiandad para obtener la gracia que perfecciona, supera y exalta el ser natural para lograr el fin pretendido: la vida divina.

LOS CAMINOS DE LA PERFECCION MISTICA:
Para llegar a obtener la perfección de la ciencia mística es necesario seguir uno de estos caminos:

•    La vía de la Voluntad: Es el más fácil de los caminos, pues pueden seguirlo personas sencillas, ya que busca la esencia en la caridad, no en el mucho saber o el mucho amar.
•    La vía de la Intelectualidad: es la unión con Dios que se provoca con el conocimiento sensible, espiritual.
•    La vía Mística: es la unión de la inteligencia con el afecto.

CONCLUSIONES:
La literatura  mística moderna representa una gran conquista dado que se ha producido en las peores condiciones. Lo que hoy vemos a través de los libros es el fruto inconsciente del retroceso en el pasado para rescatar la idea de que el hombre y Dios pueden llegar a ser UNO. Se han emprendido producciones de las que se puede asegurar el fin místico perseguido a pesar el enredado modernismo que muchas veces nos escandaliza o asusta.

Se supone que todo creador procure exponer una visión de la vida, una aprehensión personal de lo que ve y siente, pero más que nada un entretenimiento que sirva para algo más que matar el tiempo. Es volver a humanizar al hombre, hacerlo actuar como un ser moral responsable y no como mero objeto que se mueve a merced de una imagen pública creada a base de mercados y estadísticas que lo hacen una criatura  sin voluntad en vez del ser único y maravilloso que es.

Terminemos pues estas cortas reflexiones sobre el misticismo y la literatura con el siguiente escrito de T.S. Eliott


EL PRIMER CORO DE LA ROCA


«Se cíerne el águila en la cumbre del cielo,
El cazador y la jauría cumplen su círculo.
¡Oh revolución incesante de configuradas estrellas!
¡Oh perpetuo recurso de estaciones determinadas!
¡Oh mundo del estío y del otoño, de muerte y nacimiento!
El infinito ciclo de las ideas y de los actos,
infinita invención, experimento infinito,
Trae conocimiento de la movilidad, pero no de la quietud;
Conocimiento del habla, pero no dei silencio;
Conocimiento de las palabras e ignorancia de la Palabra.
Todo nuestro conocimiento nos acerca a nuestra ignorancia,
Toda nuestra ignorancia nos acerca a la muerte,
Pero la cercanía de la muerte no nos acerca a Dios.
¿Dónde está la vida que hemos perdido en vivir?
¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en conocimiento?
¿Dónde el conocimiento que hemos perdido en información?
Los ciclos celestiales en veinte siglos
Nos apartan de Dios y nos aproximan al polvo.»