Este sábado estaba con mi padre paseando por las tiendas de la calle San Luis de la ciudad de Santiago y en una de las vitrinas me sorprendieron unos maniquíes con unas tetas enormes. Lamenté no haber tenido conmigo una cámara fotográfica para haber captado en toda su dimensión el tamaño sobrenatural de aquellas tetas, que por demás está decir daban la impresión de que los maniquíes se iban a “ir de boca” si no fuera porque la posición estaba un poco inclinada hacia detrás, de hecho creo que la foto que encontré en el internet para hacer más vistoso el texto no refleja de manera fiel la desproporción de aquellas tetas amenazantes que vimos, la blusa prácticamente explotaba estirándose cada línea de costura de una manera brutal, además del sobresalto de aquellos pezones puntiagudos que apuntaban por debajo de la tela como francotiradores dispuestos a dispararnos cada uno de los botones delanteros.
Mi padre lo único que alcanzó a exclamar fue: “ofrézcome!” y en seguida recordé otros maniquíes semejantes que había visto en varias tiendas en Santo Domingo, pero que en honor a la verdad, jamás podían compararse en tamaño con éstas que he descrito.
La chica de la tienda que nos ve conversar indignados frente a la vitrina sólo alcanza a reírse un poco, y con aire inocente nos invita a pasar para ver los especiales -“ Y a qué mujer se supone que le van a vender esas blusas?” no hay muchas mujeres así que digamos, yo particularmente nunca he visto una de carne y hueso con los senos de ese tamaño!
Luego cuando llegamos a la casa encendí la televisión y estaban discutiendo el tema de que los seguros de salud no cubren las cirugías plásticas, mi padre comienza a reir pensando en el incidente anterior y le digo en broma:
-Pensándolo bien, toda mujer debería tener derecho por lo menos a un aumento de senos a lo largo de su vida que éste completamente cubierto por el Seguro Básico de Salud, pues aparentemente en materia de senos, mientras más grande mejor…
– Pues seguramente se va a hacer millonaria la compañía de seguros que lo incluya, pues hoy en día todas las mujeres quieren hacerse eso…
– Quizas sea buen negocio abrirse una compañía nueva de seguros, cómo se llamaría?
– Oh…! Senos Nacionales, S.A. (Senasa) jajajaja, lástima que ya ese nombre lo están usando!
Los senos, las tetas, las boobies, y todos esos nombres que le damos, son aquellas cosas cuya importancia con los años ha “crecido”. Cualquiera hubiera pensando que el ser humano en su afán tan tecnológico, donde todo mientras más compacto mejor: nanotecnología, mini autos deportivos, ipods del tamaño de un memory, hubiera también preferido una tendencia de la naturaleza que parece haber comenzado su proceso de reducción de las glándulas mamarias del ser humano, sin embargo, para los senos no ha sido así.
Los maniquíes que durante años habían han sido los modelos de una existencia inmóvil, vistiendo tendencias creadas para el estereotipo de la silueta humana delgada y firme, han sido objeto de la renovación de su imagen estática hacia una nueva realidad humana que va en “aumento”.