CERRANDO UN CAPITULO

Es Navidad… son muchas las bendiciones que fueron derramadas sobre el mundo con el nacimiento de nuestro más importante avatar: Jesucristo, y a quien frecuentemente se nos olvida mencionar  en el tumulto de gente que anda en la calle deslumbrada por los bombillitos o preocupada porque no le alcanzan los cuartos para los regalos, y los centros comerciales atiborrados de gente y sin lugar para parquearse donde siempre aparece alguien que te bautiza con improperios, lo digo porque ya me pasó!: estaba saliendo de un parqueo en una plaza comercial y un señor me preguntó si ya me iba y asentí diciendo que sí, que estaba a punto de hacerlo, entonces me reclamó que acabara de salir, pero le expliqué que no podía porque él estaba en el medio y yo iba a doblar hacia ese lado, pues les cuento que el señor me mencionó varios «San Antonios» y hasta pena me dio, pienso que estaba apurado porque tenía hambre, pues mencionó algo relacionado con unos huevos y creo que estaba llamando a su mamá también!, quedé muy confundida, pero a pesar de ello estaba feliz por el espíritu navideño y sonreí mientras esperaba pacientemente que el señor avanzara. Verdadera magia de la navidad!

En ese momento (una especie de epifanía)  recordé que  a nuestro alrededor siempre «pasa algo», no hay mejor historia que la de cada uno de nosotros. Los escritores nunca dejarán de encontrar temas que sorprendan porque no hay una sola persona en el planeta que tenga una vida que no valga la pena contar y cada año que concluye parece cerrarse un capítulo de este  libro de nuestra vida, con todos sus dramas, sarcasmos,  comedias, partes emotivas, escenas de terror, de violencia, de amor… de insultos en los parqueos…

Quisiera que quienes lean esta entrada se den la oportunidad de permitirse tres cosas: lo primero es comprender su existencia valiosa y pedir para sí todo aquello que verdaderamente desean,  segundo que se lancen a buscarlo, porque está demostrado que solo la acción logra resultados y tercero que agradezcan siempre!

Yo aprovecho ahora para hacer mi tercer punto: A todos los que han seguido mi blog estos meses muchas gracias por su apoyo, en especial agradezco a mi amigo Mario Garay quien diseñó el header y colocación del blog con la simple promesa de «una fría» que todavía no le he pagado (Mario, manito pal’ año que viene sin falta).

Por último les deseo tal como si leyeran la novela más interesante del mundo, cierren el capítulo del año que termina impacientes por conocer lo que vendrá, ansiosos de lograr aquello que constiyuye sus más profundos anhelos, para que llegado el día en que estén ante  la última página puedan decir satisfechos que es justamente el final que siempre quisieron tener.

Felices Fiestas y mis mejores deseos para el 2010.

Nos vemos en enero…