El reino animal con su sabiduría nos enseña que los logros hay que difundirlos, por eso «Cuando la gallina pone un huevo lo cacarea»! y no faltaba más! ya anteriormente había dicho en otra entrada que «el que gana es el que goza» y ciertamente ese sentimiento me quedó reconfirmado esta mañana cuando leo en el Nuevo Diario la noticia siguiente:
«El Ministerio de Cultura anuncia los ganadores del Concurso de Minificción la Ciudad del Ozama
11:21 AM – El Ministerio de Cultura, a través de su revista País Cultural, que dirige el escritor Basilio Belliard, anunció en el día de hoy los ganadores del Concurso de Minificción La Ciudad del Ozama, como parte de una de las acciones del año 2010, en que Santo Domingo fue declarada Capital Americana de la Cultura…. bla bla bla bla…
Los ganadores fueron los siguientes:
El primer lugar lo obtuvo Adrián Javier, con el texto La novia de David, y con el seudónimo Lía; el segundo lugar fue para Rafael García Romero, con el texto Amenaza de beso, bajo el seudónimo Tongo Borondongo, en tanto que el tercer lugar fue para Jesús Cordero, con el texto Anselmo, y quien participó con el seudónimo Gregorio Sansa.
De igual modo, las menciones de honor fueron para Pedro Paulino, quien concursó con el texto Letreros de baño, y con el seudónimo Robert Duval; Jugando a la casita de Esmeralda Matos, obtuvo otra mención con el seudónimo Lila; Aquiles Julián otra con el texto Icaro y con el seudónimo El flaco de Villa; con el seudónimo Prímula, Sheilly Núñez, ganó otra mención con el texto La última taza de té; en tanto que Pedro Camilo, obtuvo otra mención con Extraña coincidencia, con el seudónimo Spinoza; de igual modo, José Luis Moronta, con el seudónimo Arcángel, obtuvo otra mención con su texto La musa; Emelda Ramos, con el seudónimo Clic, ganó otra titulada Epica del animoso lector; Jorge Mendoza con el texto Parábola de los árboles que caminan y con el seudónimo Cuenta ganó otra; asimismo, Nicolás Mateo ganó otra con Ritual de amor y bajo el seudónimo de Guillermo Camero, mientras que Jesús Cordero, con el texto Papi, y el seudónimo El hijo del dinosaurio, también ganó mención, además del tercer lugar…» (fin de la noticia)
De esta mención de honor diré ( y ya que las menciones no dan discursos en las premiaciones, aquí me explayo con libertad, que bueno es tener un blog!) … que a pesar de que por ahí andan letreros de que «después del primero va el segundo» para mi en este caso particular la siento como si hubiera sido un primer lugar.
No existe la manera en que pueda explicarles lo que significa: «La Ultima Taza de Té». Fue un ejercicio de libertad poderla escribir y desembrujarme de esta idea que me perseguía como un fantasma. Debo decir además que es mi primera «minificción» oficial.
Lauro Zavala, que fue uno de los jurados de este concurso, la definió en el Periódico Digital como: «una nueva forma de aproximarse a la literatura. Género consiso, antisolemne, irónico y lúdico». Sin duda el género perfecto para esta historia contada en metáforas sugerentes, ambientada en una ceremonia de té floreciente, que en una sola página resume el antes y el después de una relación entre dos personas que fue (tal como sucede con la minificción) complicada y ambigua.
Espero obtener el permiso para publicarles aquí en el blog: «La Ultima Taza de Té» y que puedan disfrutarla, pues miren si la vida crea sus propias metáforas que ya esta historia no me pertenece, pues el concurso adquirere los derechos.
Se que los tengo un poco en zozobra, pero eso también es parte del oficio. Esperemos ver el libro publicado y que puedan leer mi creación.
Aprovecho para agradecer a 2 personas especiales que contribuyeron a este logro: Farah (mi sofá) y mi primo Eric Simó, quien me mantiene en el mundo literario a veces a pesar de mí misma, primito mi seudónimo «Primula» (por si no te diste cuenta) tenía doble sentido: es la marca del Flowering Tea que inspiró el cuento y suena como a prima extranjera. 🙂 jejeje . Abrazos.
Aprovecho para felicitar al resto de los ganadores, algunos de ellos conocidos y queridos amigos escritores. Adelante! Nos vemos en la premiación.