Literatura de Vidrio Trasero

Hace tres días mi querido seguidor Rafael Paredes se me quejó en Facebook de que tenía varias semanas sin publicar una entrada y envió algo que nunca había visto: una alerta recordándome que hacía mucho que no publicaba nada en el blog.

Pues les diré que estos días no han sido de total desconexión, sino que por el contrario, como suele pasar con los trabajos de investigación más complicados, decidí tomarme unos días para analizar un fenómeno que encuentro fascinante, pero primero quiero poner frente a sus ojos un concepto: Literatura Urbana.

Estuve buscando la mejor definición para publicarla aquí y curiosamente no la encontré en los libros de escritura, ni en los pensamientos de consagrados autores, sino en el comentario a una de las preguntas de «Yahoo Respuestas Argentina», nos dice Graviataar, lo que secundo casi por completo: «Supongo que es la literatura que plantea los problemas del hombre de las grandes urbes. como son la soledad, aunque esté rodeado de una gran masa, la desesperanza, el sentimiento de frustración ante la desmedida competencia, la deshumanización por la alta tecnología y la industrialización, en fin, todos los problemas derivados de una sociedad altamente tecnificada y desarrollada en donde la humanidad se robotiza y pierde su sentido de ser.»

Tomando este concepto como punto de partida, los invito a que me acompañen en esta ocasión a dar un paseo por la ciudad de Santo Domingo, van a literalmente subirme conmigo en el jeep y a montarse (amarraditos de su cinturón de seguridad por supuesto, porque vamos a un safari urbano) para que experimentemos juntos un tipo de literatura muy particular, urbana, pero MUY URBANA que surge del genio creativo de nuestros guagueros (para mis amigos extranjeros, estos son los choferes de los autobuses del transporte público), que han decidido convertir el vidrio trasero de sus guaguas en verdaderas manifestaciones literarias que reflejan sus preocupaciones, las luchas que enfrentan y en muchos casos incluso podemos intuir toda la historia que los acompaña,  el sentido del humor, o de frutración con que han tenido que enfrentarse a esta cotidianidad, a esta urbe de ruidos de bocinas, de zigzageos constantes, de humo, de malas palabras apoderándose del aire, de incertidumbres y a veces de risas y razones para estar felices y celebrar lo bueno o malo que les ha tocado vivir.

Confienso que esta entrada que vengo construyendo mentalmente desde hace meses, aún no la considero terminada, pues no he podido reunir la cantidad de «literatura de vidrio trasero» (como he decidido llamarla) suficiente para poder sentirme satisfecha del resultado, pero a veces lo perfecto es enemigo de lo bueno y les invito a que completen conmigo esta biblioteca, que pienso dejar abierta, de escritores anónimos que nos transmiten sus mensajes y que …. miren que cosa más rara, siempre se te cruza al frente un guaguero con el mensaje apropiado para el estado de ánimo que llevas, una frase corta con el contenido exacto de lo que necesitas leer en ese momento! Causalidades de la vida.

Arranco mi vehículo y disfrutemos…

El Vive Bien

Y tú cual de estas frases necesitabas leer?

 

 

 

 

 

Para que quiero ser el mejor, si el mejor quiere ser como yo
A bien, espera el leñazo
Así es la vida!
Pa que vote el cue... estoy con Dios
La Necia
Yo cai y DIos me levantó
Primero Dios
Todavía Hay amigos
Dios lo quiso así
Yo sigo con mi bacanería... y no quiero copia

Y también abundan los escritores con faltas ortográficas:

Demenciao... balante pa' ti

 

Hasta la próxima!